The Elder Scrolls II: Daggerfall es, literalmente, uno de los videojuegos más grandes jamás creado, ya que el mapa del juego mide unos 487,000 kilómetros cuadrados, en los que podemos encontrar más de 15.000 ciudades, pueblos y mazmorras perfectamente explorables.
La mecánica del juego responde a la clásica de la saga: con una perspectiva en primera persona desde la que podremos combatir contra todos nuestros enemigos y hablar con los más de 700.000 personajes que pueblan el universo del juego.
Uno de los elementos más destacables de Daggerfall, es que pese a tratarse de un RPG, podremos comprar montones de propiedades y tener tanto casas como barcos (especialmente útiles estos últimos para ir de un lado a otro).
The Elder Scrolls II: Daggerfall es un título mastodóntico, que ningún aficionado a los juegos de rol para PC debería perderse. Más aún teniendo en cuenta que es gratis.
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